Fidel Salgueiro
*Publicado en la edición impresa del diario El Universal de Caracas el 22 de septiembre de 2005
El día de la juramentación de todos los hombres del presidente como candidatos a diputados a la Asamblea Nacional, ocurrieron un par de hechos que, pese a estar provistos de mucha novedad pasaron desapercibidos. [1]
El primero fue el recordatorio a los elegidos de no hacerse ricos de la noche a la mañana. Algo tan de moda en estos tiempos El líder con su particular sabiduría, les pidió a todos los “patriotas y heroicos camaradas”, nominados para representar al pueblo, -que por favor, si entraban al parlamento con un cacharrito[2], saliesen con el mismo cacharrito[3]. Es decir, absténganse de comprarse un BMW o caer en la tentación de andar ostentando aquello que llaman riqueza súbita.[4]
El segundo, y no menos importante acontecimiento fue que, aquellos que quedaron como novia de pueblo, es decir vestidos y alborotados[5] fueron forzados a tomar un curso de relajación y auto-control para poder asumir con mucha calma el asunto de no ser más un diputado del régimen, y al mismo decir con una sonrisa en televisión «me jodieron pero sigo estando con el líder y con el proceso”
El mencionado curso tuvo, entre sus actividades académicas, la durísima prueba de ver durante 16 horas seguidas, y sin levantarse a orinar, la seguidilla completa de las últimas cadenas presidenciales, incluyendo el discurso del presidente Chavez ante la ONU; tratar de sacar el pasaporte o la cedula “como un ciudadano común y corriente” y leerse el ensayo Se puede seguir siendo alguien sin tener la chapa del Congreso, editado los mismos autores de Cómo bajar el agua de la poceta[6] en cinco lecciones.
Debido a la duración curso el presidente de la Asamblea Nacional, ha decidido extender el lapso de las vacaciones parlamentarias. Para aquellos que logren pasar el curso, además del certificado de aprobación, tendrán la oportunidad de ganarse un consulado o algún viceministerio. La única condición para obtener el merecido premio de consolación es seguir alzando la mano hasta diciembre.
Imagen de John Hain en Pixabay
[1] Al momento de escribir este articulo Chávez había elegido, literalmente a dedo, a quienes serían los candidatos a diputados de su partido para las elecciones parlamentarias del 4 de diciembre de 2005. Para esas elecciones se debían eligir: 167 diputados a la Asamblea Nacional, 12 diputados al Parlamento Latinoamericano y 5 diputados al Parlamento Andino. En dichos comicios la oposición democrática decidió no participar por considerar que el árbitro electoral no ofrecía garantías de transparencia e imparcialidad.
La abstención fue cercana al 75% y el partido de gobierno obtuvo el 80% de los cargos y el resto los obtuvieron partidos afines al régimen, como el partido comunista. Con este resultado el ejecutivo no tuvo impedimento alguno en sacar adelante una reforma de la constitución para imponer un modelo de socialismo real por constitución en Venezuela. El referéndum producto, de esta reforma, lo perdió el gobierno por estrecho margen. Y aprovechando la mayoría parlamentaria Chávez decidió ir por el camino de una ley habilitante.
En febrero de 2006 Chávez acusó a la OEA de “estigmatizar los resultados de las elecciones parlamentarias” y calificó como «documento sucio» el informe de los observadores electorales del organismo donde se señalaba «la desconfianza en el proceso electoral y su arbitro por parte de la ciudadanía».
Los seleccionados como diputados fueron aquellos que Hugo Chávez consideró “cercanos y revolucionarios”
[2] Cacharrito, un coche o carro usado.
[3] Aunque no lo crea el presidente, en locución publica, pidió a sus candidatos que «no se prestasen al saqueo nacional». Ya desde ese época existía la preocupación por el delito de peculado y la participación de funcionarios y miembros del régimen en actos de corrupción. El gobierno siempre culpó a EE,UU., como lo sigue haciendo en la actualidad, de que estas denuncias eran infundadas y que eran para desprestigiar a la revolución bolivariana. Pese a ello una contante durante estos 20 años de proceso bolivariano ha sido el desfalco a las arcas publicas.
[4] Según cifras del Parlamento Venezolano, el daño patrimonial generado por corrupción en 19 años del gobierno Chávez-Maduro, ascienden a 450.000 millones de dólares (ocho veces el presupuesto destinado a Venezuela en 2012). Resaltan los casos reseñados por la prensa mundial de Nervis Villalobos y Javier Alvarado, ex viceministros de energía; Claudia Diaz Guillen, la exenfermera de Chávez; Rafael Ramírez, expresidente de PDVSA; Luis Carlos Rincón, Cesar Rincón, Pedro Trebbau, Alejandro Betancourt bolichicos; Raul Gorrin empresario. Es innegable que la corrupción ha sido la causante de la crisis económica y humanitaria que hoy exhibe Venezuela, adiconal a las desacertadas politicas publicas.
[5] En Venezuela se usa el refrán “quedaste como novia de pueblo, vestida y alborotada”, que hace referencia a la mujer que es dejada en el altar, como una forma de decir te dejaron por fuera. También es común usar la expresión “quedaste como la guayabera, bonita pero por fuera”
[6] Poceta: water, watercló, excusado, sanitario, retrete.
Deja una respuesta