*Publicado en la edición impresa del Diario el Universal de Caracas el 24 de octubre de 2003

Fidel Salgueiro

Internet ha desatado un género particular, las cadenas. No igual de fastidiosas que las televisivas del presidente, pero si igual de largas. Usted puede abrir su dirección de correo y encontrarse con una interminable lista de e-mail con distintos y variados tópicos.

Los correo van desde los más impersonales hasta los que advierten que de no seguir con la cadena “no se cumplirá un deseo o le caerá una maldición.” Otros recomiendan dejar de consumir cervezas, porque debido al control de cambio ahora las hacen con yuca y no con cebada. Y los más aventurados simplemente le sugieren no hacer política porque “es nocivo para la salud”.

Las cadenas de e-mail se pueden agrupar en oposición electrónicamente militante y revolucionarios digitales. Los primeros usualmente envían correos que, invitan a votar en las encuestas que realiza CNN o algún diario internacional -siempre bajo el argumento de «que ellos van ganando»-; se burlan de los funcionarios de gobierno, -honestamente la mayoría de ellos da pie para la burla- y otros advierten que lo que viene es “candanga con burundanga”[1]. Esto hace a este grupo de e-mail faltos de pugnacidad y cinismo, atributos tan necesarios para vivir en la Venezuela de hoy.

Por su parte los e-mail que envía los revolucionarios, además de tener los repetidos cliché de «golpistas, fascistas y traidores a la patria», complementan su contenido con lo mágico y bonita que puede ser la revolución bolivariana; el pesebre de Sabaneta[2] o las primeras pinturas escolares del líder del proceso[3]. Por supuesto en estos e-mail no faltan las alertas a las conspiraciones o magnicidios tramados por la CIA y la oposición apátrida.

Sin dudas lo más resaltante es el gigantesco expediente que pueden presentar de la persona que siendo revolucionaria decide abandonar el proceso o es sacado del mismo por órdenes del líder. La primera conclusión es que son más corruptos que el pasado que critican o algo huele mal en Dinamarca. [4]

Cosas de la aldea electrónica y que solo pasan en un país capaz de inventar un CD de cacerolazos[5] para protestar contra el gobierno, y donde la mitología revolucionaria por demás antiglobalizadora utiliza el Internet para presentar su propia versión de la redención.

Esperemos que si pierden el referéndum revocatorio[6], tengan el valor de presentarse, como la revolución que fue revocada por endeudar a la nación y regalarles el gas a las trasnacionales[7].  Épicas de Robin Hood pero a la inversa.

Imagen de Muhammad Ribkhan en Pixabay 

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[1] Forma de decir que lo que viene es complicado.

[2] El lugar donde nació Chavez.

[3] Líder del proceso es la forma como Chavez era bautizado por sus seguidores.

[4] Durante el régimen chavista se ha vuelto una constante que cada vez que alguien abandona el barco revolucionario se le saca un prontuario de actividades delictivas. Por ejemplo esto pasó con Edgar Ramírez y Nicolas Maduro, cuando el primero fue sacado de PDVSA luego de estar más de seis años, al frente de esa empresa destruyéndola o con la Fiscal Luisa Ortega Diaz cuando decidió criticar a Maduro. En los primeros años de régimen cuando alguien “desertaba” o simplemente era echado, por e-mail se encargaban de defenestrarlo.

[5]Los primeros años de revolución se tocaban tantos cacerolazos, que alguien ideó vender media hora de golpeteos de cacerola en un CD que la gente colocaba a la hora de hacer un cacerolazo.

[6] En diciembre de ese año, luego de un largo proceso plagado de ventajismo oficial y vicios se convocó a un referéndum para revocar el mandato presidencial.

[7] Ese año el gobierno de Hugo entregó concesiones de gas sin un proceso transparente de licitación internacional.