Cirque du Soleil *

Fidel Salgueiro

*Publicado en la edición impresa del diario El Universal de Caracas el 23 de enero de 2004

Saltimbanco, en italiano antiguo significa artista callejero.

El cielo de caracas sirve de inmensa carpa azul. Los escenarios cualquiera, siempre cuando sea una calle o avenida bastante transitada.

La escenografía, las luces amarilla, verde y roja de cada semáforo. El público entra y sale, conforme cambian las luces de verde a rojo y viceversa o el tráfico caraqueño así lo obliga. Uno que otro carro trae música a todo volumen, tal vez salsa, merengue o changa.

Comienza la función. una niña se contorsiona con mucha gracia y elegancia. La música que la acompaña contribuye a crear la impresión de un ballet urbano. Otro niño Lanza al aire un par de palitos con fuego en los extremos. Los menos audaces lanzan al aire pines de boliche o peloticas. Con cada luz roja, los artistas de saltimbanco, actores con gran talento para la narrativa corporal, son capaces de crear todo un espectáculo repleto de la más variada serie de actuaciones de malabarismo y contorsionismo. No hay vestuarios fastuosos,

tampoco las máscaras multicolor al estilo de la Commedia de II’Arte. La caraqueña versión del Cirque du Soleil, es capaz de combinar las artes histriónicas, musicales y circenses, con sus canes y su horrible tráfico. El drama, en cada acto participan niños, muchos niños, mal vestidos. Eso lo convierte en un circo sin magos, payasos o domadores de fieras. Es solo en un circo callejero, cuyas coreografías solo muestran los sueños e ilusiones que le roban a sus artistas[1].

Horarios y precios. Las funciones son en toda Caracas. de lunes a sábado y en horas picos, y amenaza con extenderse a todo el país. Las entradas son gratuitas, no hay página web, tampoco hay funciones especiales y ciertamente si hubiese un gobierno responsable, menos hablador, hace tiempo las funciones se hubiesen terminado y en algunos casos ni siquiera comenzado.[2]

Imagen de Claudio Bianchi en Pixabay


[1] El régimen de Chavez y su heredero Nicolas Maduro, le han robado sueños e ilusiones -de hecho le han robado el país -a la generación nacida entre los 80 y 90, los grandes integrantes de la diáspora venezolana.

[2] Hasta la llegada de Chávez al poder Venezuela no exhibía en sus calles, al menos no en proporción alarmante y creciente, gente pidiendo limosna, haciendo malabares, vendiendo cualquier cosa con tal de rebuscarse. Con cada año del régimen esto se fue acrecentando hasta que a partir de 2012 se inició el éxodo masivo de venezolanos.

Creo que este artículo, publicado comenzado el 2004, explica por si solo lo que empezaba a pasar en Venezuela. Caracas literalmente se lleno de saltimbancos en los semáforos de sus principales calle y avenidas para que las gente les diera algo de dinero por una brevísima actuación.

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